Las obras de peatonalización y mejora de servicios de la céntrica calle Juan Lirola, que une la Rambla Obispo Orberá con la calle Santos Zárate y la Plaza de Santa Rita, ya han finalizado, de modo que ahora la zona centro de la ciudad dispone de un nuevo eje comercial.
Se une a otros ya en marcha como los de la calle Méndez Núñez o Reyes Católicos y las calles Minero y Zaragoza, que son de reciente construcción. Estas obras se han incluido dentro de un plan de inversiones acordado por el Ayuntamiento y la empresa concesionaria del suministro de agua, Aqualia, y contribuyen a poner en valor una parte importante de la ciudad donde se ubican numerosos establecimientos comerciales, completando las actuaciones de mejora que se han realizado en otras vías de la zona, como las calles Alcalde Muñoz, Murcia, Terriza y González Garbín.
Se ha dotado a toda la calle con nuevos servicios de abastecimiento y saneamiento, así como nueva iluminación y zonas verdes, y está previsto que la actuación se complete con la colocación de mobiliario urbano. El plan de inversiones acordado con Aqualia supera el millón de euros y ha permitido la mejora de calles del Casco Histórico, como la de Lope de Vega, y otras vías en barrios como Piedras Redondas y Los Cortijillos.
Las mejoras realizadas en esta parte de la ciudad se completan con la adaptación del edificio de la antigua Casa de la Juventud que pasa a ser sede de la Escuela de Música y la rehabilitación del Mercado Central, la obra más emblemática de cuantas se están ejecutando en el centro de la ciudad, ya que cuenta con una inversión de más de doce millones de euros y completará la transformación comercial de la ciudad en los próximos meses.