La Junta ha concluido la actuación que inició el pasado mes de julio para determinar las causas del deterioro de la muralla sur de la Alcazaba. Los sondeos arqueológicos practicados y el estudio multidisciplinar de los materiales que componen los muros, han determinado que el origen de las humedades que afectan a este lienzo de la muralla proceden de la salinidad de sus elementos constructivos y del efecto impermeable del hormigón coloreado que se empleó en las restauraciones ejecutadas en la segunda mitad del siglo XX.
A partir de estas conclusiones, se está redactando un proyecto de intervención en parte de la muralla sur para corregir y minimizar estas humedades y, en función del resultado que se obtenga, se aplicará al resto de las zonas afectadas.
La intervención realizada ha descartado que las humedades provengan de fil-traciones o pérdidas de agua del sistema hidráulico del monumento. Así lo ha asegu-rado el delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Alfredo Valdivia, que ha ofrecido una rueda de prensa sobre esta iniciativa acompañado por el director de la Alcazaba, Artu-ro del Pino, y por el arquitecto, Pedro Gurriarán.
La actuación ha consistido en una serie de catas arqueológicas a lo largo de 12 metros de la muralla sur de la Alcazaba con el fin de conocer los materiales originales del muro y los añadidos en distintas restauraciones y la situación de la roca en la que se apoya la muralla. Las muestras obtenidas de las zonas afectadas por las humedades y las de áreas sin alteraciones se han estudiado en el laboratorio del Departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Universidad de Sevilla a través de análisis químicos, mineralógico, de ph, de contenido en carbonatos, de densidad y porosidad, de resistencia a la compresión y de evaluación por ultrasonidos.