Cientos de Almerienses acompañan a la Virgen del Mar por las calles de la ciudad

La procesión de la Virgen del Mar ha puesto el broche de oro a la feria de Almería de este año, que recorrió ayer domingo las principales calles del centro de la ciudad.  Una multitudinaria procesión con la que su Hermandad ha querido festejar su quinto centenario y en la que como novedad, la Patrona fue escoltada por la Brigada Rey Alfonso XIII de la Legión. Señalar que, el de ayer fue el último encuentro de la Virgen del Mar, por ahora, con los almerienses, dado que hoy lunes va a ser retirada del culto para que pueda ser restaurada.
Cientos de fieles se dieron cita en la tarde de ayer en las inmediaciones de la Plaza de la Virgen del Mar a la espera de que diesen las 20:00 horas, momento en el que se abrieron las puertas del Convento de Santo Domingo de Guzmán y comenzase a salir el cortejo procesional.
En la plaza, una imagen de la Patrona y otra de San Indalecio, el Patrón de la ciudad, adornaron este epicentro litúrgico almeriense. La citada Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII, con los Gastadores y su banda de música, fue la encargada de abrir el desfile.
Tras la propia banda de la Legión y la escolta salió del interior del templo la cruz de guía que abrió el cortejo. En primera instancia desfilaron las hermandades de la provincia. Las hermandades, tanto de penitencia como de gloria, fueron las siguientes en formar el cortejo por orden de antigüedad, con la Hermandad de la Virgen del Carmen Coronada cerrando este tramo y la Agrupación de Cofradías de Almería, con todos los hermanos y hermanas mayores, justo después.
Fue a las 20:21 horas cuando la Santísima Virgen del Mar apareció por la puerta del Santuario a las órdenes de Eduardo Vicente, José María Campos, Antonio Toro y Manuel Cerejido. El Himno de España sonó mientras la Madre de Almería, portada por sus horquilleros, dio sus primeros pasos. Al detenerse el paso, como es habitual, fue llamado el alcalde de la ciudad, Ramón Fernández Pacheco-Monterreal, para realizar la primera levantá de la Madre de los almerienses en nombre de toda la ciudad. 
Desde aquí, la talla mariana reviró hacia la calle General Tamayo donde llovieron flores desde barios de sus balcones al paso de la talla mariana.
El Cabildo Catedralicio, con el obispo al frente, el ayuntamiento, Diputación y autoridades civiles y militares arroparon a la Reina de Almería, un año más.