El Ayuntamiento aprueba provisionalmente el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística. El alcalde y el concejal de Urbanismo subrayan las potencialidades de un documento que mejorará la calidad de vida de Almería y sus ciudadanos

Según Rodríguez-Comendador, el documento “parte de un diagnóstico previo, consecuencia de un plan general, el del 98, que ha cumplido en gran medida los objetivos que se marcaron. Es el único posible, cumpliendo con lo establecido en la legislación urbanística y que acata, irremediablemente, nuestra realidad física. Su diseño y las líneas de futuro que se marcan en él vienen condicionadas por la actual coyuntura económica, pero también por la nueva normativa legal impuesta desde la Junta de Andalucía, así como otros condicionantes que limitan nuestra expansión urbanística”. Ha defendido también el trabajo realizado cara a lograr acuerdos y consensuar el documento. “Todo aquel que ha tenido interés o ha querido realizar aportaciones, ha sido escuchado y muchas demandas han sido atendidas”, indicó.

Capitalidad

Tras felicitar el trabajo de los técnicos municipales que han dado forma definitiva al documento presentado, el alcalde ha recalcado que la revisión del PGOU “recoge todas y cada una de las demandas que en estos momentos plantea la ciudad de Almería, tanto a corto como a largo plazo. Desde el Equipo de Gobierno estamos convencidos que el trabajo realizado aporta soluciones a las grandes necesidades de nuestra ciudad”, subrayando las que, a su juicio, son las líneas fundamentales que contempla el nuevo PGOU. “De un lado, la puesta en carga y el desarrollo de suelos productivos, una circunstancia que en los últimos 20 años no se ha dado dentro de nuestro término municipal. Y de otro, la propuesta de actuaciones singulares dentro de la ciudad consolidada”, ha indicado.

El primer edil ha significado que el nuevo PGOU “debe reforzar la capitalidad de nuestra ciudad”, dirigiendo las actuaciones previstas en el desarrollo del Plan General hacia ese objetivo.  Para ello, el documento recoge “actuaciones singulares en la parte consolidada, una decidida apuesta por la dotación de suelos terciarios e industriales, bien comunicados, que evite la marcha de actividades productiva del término municipal y propuestas de crecimiento, que serán más bien moderadas, en suelo residencial, concentradas especialmente en la Corona Norte”. En este sentido ha indicado que “la previsión es que a medio plazo en esta zona tengan cabida unas 5.000 viviendas, cifra inferior a los límites que establece el POTA”. Por último, ha destacado la línea “continuista” que incluye el Plan General respecto a propuestas urbanísticas ya en marcha y que pretenden “consolidar la ciudad”, como es el caso del Barrio Alto.   Igualmente ha destacado la sensibilidad con la que se ha abordado el futuro de La Molineta, “recogiendo un parque de más de 90 hectáreas”.

Exposición pública

El documento técnico de aprobación de la revisión del PGOU recoge las modificaciones derivadas de la admisión de las alegaciones (1.302) formuladas durante el plazo de información pública del documento, recordemos que aprobado inicialmente en el año 2005. Ahora, tras la aprobación provisional del nuevo documento, éste se someterá a información pública por espacio de un mes, una vez sea publicada la propuesta de acuerdo en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), ha recordado el responsable del área de Economía y Territorio, Pablo Venzal.

El edil ha defendido también el contenido del documento, respondido y rechazado las críticas que desde la oposición se han lanzado sobre su elaboración, aduciendo falta de consenso, ausencia de un modelo de ciudad o la falta de visión política, como han argumentado en su exposición los portavoces de los grupos municipales de PSOE e IU. Según Venzal, “el nuevo Plan General mejora cuantitativa y cualitativamente la ciudad. Es un documento que mejorará muchísimo la ciudad en todos sus aspectos. Si somos capaces de ejecutar sólo el 50 por ciento de lo que en él se ha incluido, Almería será una de las mejores ciudades para vivir en ella”, subrayó.

El nuevo PGOU “no admite políticas indolentes”, ha criticado Venzal, refiriéndose a IU y PSOE, a quienes ha censurado por su oposición al Plan General “porque votando no al PGOU están diciendo no a todos los barrios donde queremos solucionar sus problemas endémicos, al soterramiento y a nuevos equipamientos y dotaciones por razones políticas”. Es ésta, según Venzal, una de las claves del nuevo PGOU, la solución a problemas históricos (Barrio Alto, Puerta Purchena, eliminación de medianeras...), como lo es también la puesta en carga de nuevos suelos productivos. En este sentido, ha destacado las 500 nuevas hectáreas que se pondrán en valor, de las que sólo 100 se destinan “a ladrillo y vivienda. El 80 por ciento del suelo que pondremos en carga será destinado a uso industrial, 300 hectáreas, y otras 100 a terciario”. En este apartado ha recordado Venzal que “desde que se hiciera y desarrollara el Sector 20, nuestra ciudad no había hecho apuesta alguna por dotarse de suelo industrial, propiciando con ello la pérdida de riqueza, una circunstancia que ahora queremos corregir”, censuró.

La mejora de la calidad de vida, de las comunicaciones y la movilidad, así como la previsión de crecimientos de futuro, “desde la responsabilidad”, son algunos de los ejes que marcan también el documento del nuevo PGOU. Así lo ha defendido Venzal, para quien es muy importante el salto cualitativo y cuantitativo que el desarrollo del PGOU debe tener en cuanto a espacios libres, “multiplicando los sistemas generales”. En este sentido ha indicado que “de los 14,52 m2 de espacios libres existentes se pasará a 18,19. En cuanto a los equipamientos, culturales y deportivos, el ratio seguirá creciendo de 18,57 m2 a los 27,6 m2 que se proponen en el plan, cifras de largo enfrentadas a las empleadas por la oposición acusando al Equipo de Gobierno de “pérdida de equipamiento en la ciudad”.

Respecto a las previsiones de crecimiento poblacional y su reflejo en el número de nuevas viviendas, Venzal se ha referido a las “moderadas y responsables previsiones que recoge el Plan”. A las 20.000 viviendas aún por desarrollar, el nuevo PGOU suma 5.000 viviendas, principalmente situadas en la corona norte, “planificadas desde una estrategia de futuro que supondrán también ingresos a las arcas municipales”. El responsable de urbanismo ha recordado que “aprobado el plan general del 98, los nuevos sectores de la Vega empezaron a desarrollarse casi 8 años después, por lo que la previsión de crecimiento y la planificación de futuros desarrollos tiene que quedar expresada”, destacando además que “los nuevos desarrollos van a pagar lo que los almerienses creemos que necesita nuestra ciudad”.

La Molineta

Otro de los asuntos de divergencia entre Equipo de Gobierno y oposición respecto al Plan General se ha escenificado a la hora de abordar el futuro de La Molineta. Para el portavoz municipal y concejal de Urbanismo, Pablo Venzal, “la propuesta que recoge el PGOU para este espacio mejora los planteamientos iniciales y la exigencia de la Junta, pasando de 55 hectáreas a casi 100. La idea pasa por hacer un parque integrado. Se han eliminado viales, disminuido drásticamente la edificabilidad, siguiendo las directrices del POTAUA, y se ordena el espacio mejorando la accesibilidad”. Según Venzal, la propuesta del PGOU recoge en gran medida las reivindicaciones que sobre este espacio se han hecho, en contra de lo manifestado por el portavoz de IU, quien ha llegado a afirmar que no se protege este espacio de la ciudad. “Se protegen las zonas de mayor interés en La Molineta, tanto medioambientales como históricas, en ramblas, humedales y canales, aumenta la zona verde y la ciudad gana en espacios libres, reduciendo la edificabilidad”, ha recalcado Venzal.

Por último, el dirigente popular ha pedido a la Junta celeridad en la aprobación definitiva una vez concluya el periodo de exposición pública y vuelva a someterse a consideración el documento provisional, toda vez que corresponde a la administración autonómica aprobar de manera definitiva el documento urbanístico por el que se regirá el futuro de la ciudad.