La Plaza Vieja de Almería más andalusí que nunca

La ciudad continúa inmersa en una de las semanas musicales más especiales del ‘Almería Summer Festival’
en la que los grandes protagonistas son  los ritmos multiculturales incluidos dentro del Festival de Músicas del Mundo, Alamar 2013. La de anoche fue la segunda cita de este Festival en el que se pasó del aire místico de Devakant a un concierto cargado de ritmos procedentes de la música tradicional árabe de la mano de Al-Maqam. 
Una agrupación que llevó a la segunda jornada de Alamar todos los elementos de la música andalusí y la gran influencia que ha tenido sobre los pueblos del Mediterráneo. En el que fuera en su día antiguo zoco árabe de la ciudad, la actual Plaza Vieja, se dieron cita numerosos amantes de la cultura arábigo-andalusí que llevan por todo el mundo los músicos de Al-Maqam.
Melodías llegadas directamente desde el norte de África en las que se advierte el refinamiento persa, la sobriedad árabe y la jovialidad beréber en cada nota. Una fusión musical en la que también se asoma la herencia hispano-visigoda y a la hebrea para crear un arte autóctono que fue sin duda, el gran protagonista de la noche del miércoles en la ciudad. 
Durante el concierto, la formación que integran Aziz Samsaoui, Youssef El Houssaini, Fathi Ben Yakoub, Mouhssine Kourichi y Khalid Ahaboune interpretaron temas de la música tradicional andalusí, como Twichia, Bugha al maya, Mual, Higaz al kabir.
En la segunda parte del concierto se interpretaron los grandes clásicos de la músicas del mediterráneo como Muashaha, Garnati, Fiashia, Gzalú ó algunas canciones de la música tradicional tetuaní.
Una cita con la que los almerienses vivieron, sin moverse de su silla, las ‘Mil y una Noches’ de la mano de Al-Maqam. 
Recordar que la tercera cita del Festival de Músicas del Mundo será esta noche, a partir de las 22.00 horas, con la mejor música popular gallega y celta de la mano del grupo ‘Milladoiro’, un grupo que ha reivindicado la tradición de la música gallega a través de instrumentos locales como la gaita o la zanfona con otros más universales como la flauta o el violín.