El recibo del agua se incrementa un 3,4 % en la capital almeriense

A partir del próximo recibo que recibamos del agua, los habitantes de la capital nos vamos a encontrar con la sorpresa de que el abrir el grifo de nuestra casa nos costará un 3,4% más caro, ya que será entonces cuando entre en vigor la subida de las tasas del agua potable y el alcantarillado que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería ha decidido aprobar en el próximo Pleno convocado con urgencia por el alcalde para este lunes. 
Durante cuatro años, los almerienses han mantenido suspendidos los incrementos de estos dos recibos correspondientes al IPC. No se han visto alterados desde las subidas experimentadas por la puesta en marcha definitiva de la desaladora de Almería, en 2006. Ese año, a excepción de Izquierda Unida, los grupos políticos acordaron un aumento de las tasa por el suministro de agua del 40% a aplicar de forma gradual durante cuatro años. 
En función a este acuerdo, en 2006 el precio del agua se elevó un 11,69%, mientras que entre 2007 y 2009, la subida anual fue de entre un 10,7% y un 11,8%. Un hogar con un consumo de agua medio de 21,7 euros pasó a pagar en 2009 un recibo de 30,4. En 2014, será de 31,11 euros. 
A partir de 2010, el recibo iba a crecer solo lo que marcase el IPC, si bien el Ayuntamiento decidió congelar la revisión y lo ha hecho durante cuatro años consecutivos. Hasta ahora. "La empresa ha pedido el IPC y estamos obligados por contrato. Es agua desalada, y es cara", explica la concejal de Hacienda, Rafaela Abad. 
La comisión de Economía y Territorio, previa a la sesión plenaria, abordó ayer entre sus puntos actualizar los recibos del agua y alcantarillado con la aplicación del IPC acumulado. Dicha decisión fue dada a conocer al término de la reunión por el Grupo de Izquierda Unida, que nuevamente se ha opuesto a la subida. "Han estado cuatro años sin revisar las tasas y lo hacen ahora, en el momento con mayores dificultades económicas para las familias, que aguantan como pueden. Otra subida más es inaceptable, aunque sea el IPC, cuando se le está fastidiando al ciudadano continuamente con recorte tras recorte. ¿Es que no se pueden recortar las subidas?", reprueba el portavoz de IU, Rafael Esteban. 
"Estamos obligados", insistió ayer Abad, incidiendo también en la bajada en dos puntos del IBI y en la congelación de los recibos de la basura. La tasa del agua podría haber engordado más aún si no se hubiera cerrado hace escasas semanas un acuerdo a tres bandas entre el Ayuntamiento y las concesionarias de la planta, la unión temporal de empresas Acciona-Abengoa, y del servicio de suministro de agua, Aqualia. Dicho acuerdo zanjó de forma definitiva el conflicto de la desaladora por la disparidad de criterios a la hora de evaluar la deuda pendiente de las obras de construcción de la planta de la capital. El resultado de una muy complicada y larga negociación es el ahorro para las arcas de 1,7 millones al año sin que, por otro lado y según indicaba el PP, los recibos del consumo del agua se vieran afectados por la deuda.