Agricultura refuerza su compromiso con el “deber moral” de evitar el “intolerable” desperdicio de alimentos

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha reafirmado el compromiso del Gobierno andaluz con el “deber moral” de evitar el desperdicio de alimentos. Lo ha hecho en el marco de una visita, en Roquetas de Mar, al Banco de Alimentos de Almería para, como ha expuesto, estrechar los lazos de una colaboración “solidaria” y avanzar “juntos” hacia el modelo sostenible de la economía circular y la bioeconomía.
Sánchez Haro ha apuntado que la buena gestión de los excedentes alimentarios, con el consumo humano como “objetivo primero”, es una de las prioridades marcadas por la Ley de Agricultura y Ganadería de Andalucía, ya en trámite parlamentario. El texto apuesta por la recuperación de esos productos para que, desde las superficies comerciales y el resto de operadores, lleguen hasta entidades sin ánimo de lucro para su redistribución; o bien, para su destino al compostaje o a otro uso que suponga una reutilización. Todo ello sin olvidar, ha añadido el consejero, el reto de la reducción de desechos en los procesos de transformación. 
La Ley de Agricultura y Ganadería de Andalucía también fomenta otras iniciativas como el uso de los productos locales y regionales y de temporada en los servicios de restauración y en los comedores colectivos. De igual modo, la norma pone el foco en la promoción de los canales cortos y la venta directa como una “oportunidad”.
Desde la óptica de Rodrigo Sánchez, en definitiva, es importante que “todos caminemos en esa línea”, desde las Administraciones, las organizaciones humanitarias, la industria agroalimentaria y la sociedad en general, para combatir una realidad que define como “muy preocupante”. El consejero ha aludido con ello a la situación “intolerable” de que un tercio de los alimentos a nivel mundial, en torno a 1.300 millones de toneladas al año, acabe desechado. En España se desperdician 7,7 millones de toneladas cada ejercicio. De ellas, 6,2 millones, el 80%, se genera fuera de los hogares.