Agricultores arrojan unos 2.000 kilos de tomate para denunciar los «bajos precios» y la «escasa rentabilidad»

La Unión de Agricultores Independientes de Almería ha arrojado unos 2.000 kilos de tomate asurcado para señalar los «bajos precios» y la «escasa» e incluso «nula rentabilidad» que obtienen por sus productos, ya que esta variedad «se paga a 10 o 15 céntimos de euro esta semana» cuando su producción tiene un coste que oscila entre los «30 o 60 céntimos». Así lo ha indicado el portavoz de la entidad, Joaquín López, quien ha rechazado que exista una «súper producción» de tomate, dado que el precio de esta variedad ante el consumidor ha llegado a estar «en los cinco euros el kilo», sentido en el que se ha cuestionado el destino de los márgenes comerciales.
«Es una aberración», ha lamentado, tras puntualizar que esta situación de precios se sufre de forma reiterada con diferentes productos en distintos momentos, desde el pimiento al calabacín pasando por la berenjena. «El año pasado terminó mal y este año creemos que va a acabar peor», ha augurado.
En este sentido, ha criticado la falta de acción de los poderes públicos para regular la cadena agroalimentaria o para supervisar la entrada «desleal» de productos agroalimentarios procedentes de terceros países con los que existen acuerdos de contingentes en el marco de la Unión Europea.
Asimismo, y aunque sostiene que existe una mayor «unión» entre los agricultores ante esta situación, la misma no se da entre las organizaciones agrarias, sentido en el que ha afeado que el resto de organizaciones no les inviten a sus reuniones. En el mismo sentido, ha criticado que desde la Junta de Andalucía no se les considere «interlocutores válidos» para exponer «la realidad de la situación». «Hemos pedido reuniones, pero no quieren», ha dicho.
En cualquier caso, ha afirmado que la entidad tiene previstas nuevas reuniones en los próximos días tanto en la comarca del Poniente almeriense como en la costa de Granada para planear nuevas movilizaciones, sentido en el que auguran una «manifestación grande» para llamar la atención sobre los precios en el campo.