De este modo, la edad de oro lució sus mejores galas en honor a Don Carnal dando rienda suelta a la imaginación y la originalidad en sus disfraces. Tuna de mujeres, mojas algo varoniles o payasos desfilaron al son de la música y la alegrí­a que la propia fiesta despierta. Pilar Ortega destacó la gran labor llevada a cabo por los vecinos de Oliveros que un año más hicieron gala del buen humor y la participación en el Carnaval que va ganando adeptos cada año más en todos los barrios de la ciudad.