Sedes y espacios municipales, como el CAMA, monumentos como La Alcazaba, o ayuntamientos de diferentes municipios aportaron su granito de arena para cuidar la salud de nuestra tierra.
Quizás es una acción que se debería poner en marcha cada día. El ahorro y el impacto en el medio ambiente, se nota. Pero más vale una buena acción, que ninguna. Este sábado, 135 países y 4.500 ciudades apagaron sus bombillas, como acto simbólico a favor de la iniciativa que la ONG WWF pone en marcha desde el año 2007, con el objetivo de luchar contra el cambio climático.
En Almería, no se han querido quedar atrás. Tanto la capital como la provincia secundaron esta iniciativa como acciones que quedaron patentes ante los ciudadanos. La Alcazaba apagó sus luces de decoración durante media hora. El Centro de Arte de Almería, el CAMA, o las sedes municipales y delegaciones regionales también se unieron a la propuesta.
Numerosos municipios de la provincia se apuntaron a La Hora del Planeta. Berja, Carboneras, El Ejido, Huércal de Almería, La Mojonera, Vélez Blanco y Vícar dejaron a oscuras sus edificios municipales. El alumbrado público de Carboneras y Vélez Blanco, el ornamental de Huércal de Almería, el del bulevar de Vícar, la Plaza de la Constitución y el Parque de los Olivos de la Mojonera; la fachada de la Iglesia de la Anunciación y la Torre de los Encisos en Berja. también colaboraron.
Las empresas quisieron responder. Los rótulos de El Corte Inglés y del Alcampo estuvieron apagados; en el NH hotel, sus clientes estuvieron una hora a la luz de las velas y el Parador de Mojácar hizo lo mismo. Sin duda, Almería colaboraró para que España fuese el segundo país con más ciudades inscritas en la campaña, con 250, sólo superada por Canadá. Al menos, durante una hora, el mundo estuvo a oscuras para que la tierra siga dando luz a nuestras vidas.