A las doce de este medio día se ha guardado un minuto de silencio ante las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Almería para expresar la más enérgica repulsa hacia la muerte de Andrei, un niño de nueve años, presuntamente a manos de su padre en Balerma. Las autoridades presentes han mostrado su "profunda consternación y repulsa" y ha asegurado que este caso enfrenta a la sociedad a "la cara más terrible y dolorosa de la violencia de género", cuando "un menor indefenso es presuntamente utilizado como instrumento de venganza por su propio progenitor".Por su parte, el Delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha asegurado recientemente que "El Gobierno no va a cejar en la lucha contra esta lacra social en todas sus manifestaciones y seguirá buscando mejorar la eficacia de las medidas puestas en marcha, como ha venido haciendo hasta ahora, para proteger a las víctimas y perseguir a los maltratadores".
La delegada del Gobierno de la Junta en Almería, Gracia Fernández, ha expresado "su más profunda repulsa" ante el "asesinato machista" y ha exigido al Gobierno central las modificaciones legislativas necesarias para aplicar el pacto de estado contra la violencia de género "que garanticen máxima protección a los hijos de las víctimas de violencia machista por ser también víctimas directas". El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ha activado el Servicio de Apoyo Psicológico en Crisis para Hijos de Mujeres Víctimas Mortales de Violencia de Género.