Con poco dinero y un poco de imaginación, podrá pasar unos días inolvidables en Almería. Por un lado, si es devoto, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, el calendario cofrade es bastante amplio. En la capital, cada día, las calles se llenan de capirotes, tronos, incienso, emociones y devoción. Los municipios también cumplen con sus tradiciones. Considerada de Interés Turístico Nacional, es la Semana Santa de Huércal Overa, con sus tradicionales pasos, el Blanco, el Morado y el Paso Negro.
Y si lo que busca es pasar una Semana Santa diferente, sin aglomeraciones y bullicios, bien le podríamos decir, y de buenas maneras, que se pierda por la provincia. Desde rutas por el Desierto de Tabernas, pasando por los municipios que lo rodean; a los espacios verdes de María, Vélez Rubio o Vélez Blanco. Pero si lo que quiere es playa, rece por que reine el buen tiempo. Desde Adra a Pulpí, hay litoral para no aburrirse. Y, sobre todo, para darle un capricho a la vista. El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es, sin duda, el espacio idóneo para quitarse todo el estrés de encima y recargar las pilas. Está claro, que Almería puede ser una opción muy interesante para esta Semana Santa. Haga lo que haga, elija lo elija, disfrute y... eso sí... tenga cuidado en las carreteras.