Se cumple el 30 aniversario de la creación del Seprona, una de las primeras policías ecológicas del mundo. Este cuerpo de seguridad que comenzó a trabajar con patrullas motorizadas en 1988, cuenta en la actualidad con 1.850 agentes cuya labor radica fundamentalmente en ser guardianes de la naturaleza. Un trabajo "excepcional" y "solidario", en palabras del ministro Grande-Marlaska, que ha sido reconocido con la imposición de la Placa de Oro de la Orden Civil del Mérito Medioambiental.
Durante estos 30 años los agentes del Seprona han realizado labores de vigilancia y de investigación en contra del maltrato animal, los vertidos, el tráfico ilícito de residuos, el comercio ilegal de especies protegidas o los incendios forestales.
Labor que los ha convertido en un referente internacional y que recibe cada año más de 50.000 consultas de los ciudadanos.
El general Vicente Pérez, máximo responsable de la unidad, recuerda que desde la fundación de la Guardia Civil en 1844, la vigilancia y la protección y conservación del medio ambiente ha sido uno de sus cometidos, que mantiene en la actualidad independientemente de "modas o impulsos".