La Plaza de Toros de Almería vivió ayer su "gran noche" con el concierto de Raphael de su gira RESinphónico, en el que presentó un magnífico híbrido entre la música orquestal y electrónica con el que revivió sus mayores éxitos ante un ruedo abarrotado y entregado. Acompañado por la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL), comenzó el concierto con 'Infinitos bailes', a la que le siguieron 'Promesas', 'Igual (Loco por cantar)', 'No vuelvas', 'Digan lo que digan', 'Mi gran noche' y 'Los hombres lloran también".
El artista jienense, vestido de riguroso negro como es habitual en él, continuó con 'Volveré a nacer', 'Ahora', 'Provocación' y 'La noche'.
Raphael fue creciéndose conforme avanzaba la noche y llegado este punto regaló al público uno de los momentos más emotivos del concierto, cuando junto a una antigua radio ha rendido homenaje al maestro Carlos Gardel.
Tras esto prosiguió con los ritmos de tango de 'Malena', a la que sucedieron su 'Yo sigo siendo aquel' y 'Estuve enamorado', tema este último le valió un multitudinario aplauso al grito de "tú sí que vales".
Tras un primer amago de despedida, Raphael dió voz a uno de sus grandes éxitos, 'Que sabe nadie', una canción en mitad de cuya interpretación tomó la batuta del director de la OCAL y entre aplausos demostró ser quien dirigía toda la función.
Acción que volvería a repetir poco después entonando el tema 'Escándalo', que estuvo precedido por 'Yo soy aquel' y sucedido por 'Cómo yo te amo', en el que introdujo su despedida: "Almería, te amo tanto, tanto, tanto. Buenas noches".