Biden toma posesión como presidente de los Estados Unidos con un llamamiento a la unidad: "La democracia ha prevalecido"

Joe Biden es ya oficialmente el presidente número 46 de Estados Unidos, puesto que ha asumido formalmente en una simbólica ceremonia en la que ha lanzado un claro llamamiento a la unidad y en la que, además de celebrar que "la democracia ha prevalecido" tras el asalto al Capitolio, ha abogado por resolver cualquier diferencia de forma pacífica, en contraposición con las "mentiras" y la violencia.
Con la mano superpuesta en la Biblia de la familia, el nuevo mandatario ha recitado el texto protocolario ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, lo que formalmente culmina una transición convulsa marcada por el rechazo de Trump a reconocer su derrota. Biden obtuvo más de 81 millones de votos en las elecciones del 3 de noviembre, una cifra sin precedentes.
Biden, de 78 años, es el presidente de mayor edad en llegar a la Casa Blanca, en la que entrará después de más de tres décadas como senador y ocho años a la sombra de Barack Obama, como su vicepresidente entre 2009 y 2017. Obama sí ha estado presente en la ceremonia, al igual que los expresidentes Bill Clinton y George W. Bush, mientras que en representación de la Administración saliente ha acudido el vicepresidente, Mike Pence.
No ha asistido el presidente saliente, Donald Trump, al que Biden no ha aludido directamente en su discurso pero con el que sí ha querido marcar distancias en términos de mensaje. En "el día de la democracia", como lo ha descrito el nuevo mandatario, Biden ha declarado que Estados Unidos no está celebrando su propia victoria electoral, sino una "causa" que trasciende y afecta a todos los ciudadanos.
"Hoy celebramos el triunfo no de un candidato, sino de una causa, la causa de la democracia. Se ha oído la voluntad del pueblo", ha declarado, para acto seguido advertir de que la "democracia es frágil" y de que, pese a todo, "ha prevalecido", en una alusión al asalto al Capitolio del 6 de enero que se saldó con cinco fallecidos y que ha sacudido la política norteamericana.
Biden ha vuelto una y otra vez a lo largo del discurso a la unidad como dogma, al entender que con ella "se pueden hacer grandes cosas". "Sé que las fuerzas que nos dividen son profundas y reales, pero también sé que no son nuevas", ha dicho el flamante mandatario, quien ha incidido en que la historia de Estados Unidos ha sido también la de una "lucha constante" en favor de las libertades y de unos ideales que ha prometido seguir defendiendo.
Aspira a ser "presidente de todos los estadounidenses", para lo cual ha prometido "trabajar duro" con el objetivo de ayudar también a quienes no le apoyaron en noviembre. A ellos les ha trasladado que no es nuevo que haya diferencias --"eso es la democracia"--, pero sí ha dejado claro que "las discrepancias no deben llevar a la desunión" y es necesario "bajar la temperatura".
En este sentido, ha apelado a la "resiliencia" de la Constitución, que ha prometido trabajar durante un mandato en el que se ha marcado como desafíos cuestiones como la lucha contra el cambio climático o la pandemia de COVID-19. En recuerdo de las más de 400.000 personas que han perdido la vida en Estados Unidos víctima del coronavirus, Biden ha pedido un momento de silencio.
La pandemia ha marcado la organización de estos actos, sin público en la explanada frente al Capitolio y con una cifra reducida de invitados. También se ha reforzado hasta niveles sin precedentes la seguridad de la zona y de Washington en general, donde se han desplegado más de 20.000 miembros de la Guardia Nacional para evitar incidentes graves.
La investidura de los dos principales cargos políticos de Estados Unidos ha sido el punto culmen de una ceremonia en la que también han tenido cabida las actuaciones de Lady Gaga y Jennifer López quien emocionada y es español en un momento de su interpretación ha hecho un llamamiento a la unidad.