La 'enfermedad del sueño', más frecuentes en varones con sobrepeso
La apnea del sueño es un trastorno que provoca frecuentes paradas respiratorias mientras la persona duerme y que implica riesgos significativos para el paciente si no recibe el tratamiento adecuado.
Las pausas en la respiración provocan descensos de la oxigenación y despertares transitorios, dando lugar a un sueño interrumpido y poco reparador. De ello se deriva una excesiva somnolencia durante el día, mal descanso y posibles problemas cardiorrespiratorios y neuropsiquiátricos como irritabilidad o cambios de la personalidad. Más de un millar de pacientes han acudido durante los seis primeros meses del año a las consultas de Neumología del Complejo Hospitalario Torrecárdenas por este síndrome.
Los síntomas más comunes que llevan a sospechar que se sufre esta patología son ronquidos importantes, pausas respiratorias nocturnas y una tendencia al sueño excesiva durante el día. Se estima que afecta a entre el 2% y el 4% de la población con edad media y es más frecuente en los varones, sobre todo en los que tienen problemas de sobrepeso.
Los estudios polisomnográficos que se realizan en la Unidad del Sueño del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, permiten hacer un análisis de las distintas variables neurológicas, respiratorias y cardíacas, lo cual permite conocer la cantidad y calidad del sueño que experimenta el paciente, así como el número y repercusión de las pausas respiratorias.
Para ello, durante una noche se ingresa al paciente en el hospital, donde se le conecta a un aparato (polisomnógrafo) que registra diferentes variables, desde el nivel de oxígeno del organismo mientras duerme, hasta su flujo aéreo o los movimientos respiratorios del tórax y abdomen así como las distintas fases de actividad cerebral de su sueño. En otros casos, el estudio se realiza en el propio domicilio del paciente, al que se conecta a un equipo portátil que registra igualmente los parámetros necesarios para diagnosticar la enfermedad.
Con los resultados obtenidos, el equipo médico determina si el paciente padece o no el síndrome de apnea obstructiva del sueño, una patología que se da si el paciente sufre paradas respiratorias superiores a diez segundos que se repiten más de cinco veces en una hora, de media. "Una vez que el paciente es diagnosticado, el tratamiento pasa por utilizar en casa un dispositivo para dormir, que genera una presión de aire a través de un tubo hasta una mascarilla nasal", según explica el director de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Neumología del Complejo Torrecárdenas, Gustavo Villegas. Este aparato, llamado Presión Positiva Continua en Vía Aérea (CPAP), envía aire ambiental a una presión determinada, venciendo así el cierre de la vía respiratoria y evitando las pausas respiratorias. De esa forma, evita los trastornos respiratorios nocturnos y normaliza el sueño.
El doctor Villegas aclara que este equipo "suele utilizarse en los casos severos, cuando se padecen también enfermedades respiratorias o cardiacas, o cuando la ocupación del afectado supone un riesgo evidente, por ejemplo en el caso de un conductor de autobús que podría quedarse dormido mientras conduce". En los casos más leves, relacionados con la obesidad, se recomienda al paciente perder peso.