Sin embargo, también es en Andalucía donde el grupo de elevado riesgo se circunscribe a un menor número de jóvenes. Estos datos son los que se desprenden del reciente estudio sobre jóvenes conductores, realizado por el Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre sobre los hábitos al volante de 60.000 jóvenes, de los que casi 9.500 son de nuestra región.
Aunque la edad influye, no es un factor decisivo en los accidentes de tráfico. De hecho, el estudio ha puesto de manifiesto que no todos los jóvenes son iguales al volante y que el 90 por ciento de ellos tienen un bajo perfil de riesgo.
Eso no excluye que la experiencia al volante y el número de veces que se utiliza el vehículo diariamente sean los principales factores que influyen en los accidentes. El número de accidentes por conductor en Andalucía (1,30 al año) es mayor que la media nacional, que está en 1,27.
Los siniestros en los que se ve involucrado este colectivo se producen, sobre todo, en vías urbanas o en carreteras convencionales cuyo límite no supera los 90 kilómetros por hora. Para Julio Laria, director general del Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, esa circunstancia es "especialmente importante" en cuanto a que "Andalucía confirma plenamente que las vías urbanas y convencionales son las que registran un mayor número de accidentes". En cuanto a las causas, Laria apunta a aspectos más relacionados con educación vial que con el incumplimiento de las normas de circulación, como la limitación de velocidad.
De hecho, otro de los datos que se desprende respecto al comportamiento de los jóvenes de Andalucía es que conducen coches menos potentes y a menor velocidad que la media nacional. Además, los jóvenes de nuestra Comunidad Autónoma realizan menos kilómetros que la media nacional y pasan menos tiempo en su vehículo en cada trayecto.