Viernes, 29 Marzo 2024

 


castillo1 cajamar positivo camara1 Costa de Almeria logoPPA   
 marca sabores almeria corazonandaluz logo cosentino diputacion 040423 logo elecciones locales 2023  

sociedad

Especial fin ETA. La sangre que derramaron entre los almerienses

La Asociación Andaluza Ví­ctimas del Terrorismo (AAVT) se ha mostrado "satisfecha" con el anuncio de ETA del cese definitivo de su actividad armada aunque ha dicho, no obstante, que es necesario mantener "la prudencia" ante este tipo de comunicados de la banda terrorista porque "han fallado la mayorí­a".

El presidente de la AAVT, Joaquí­n Vidal, ha confiado en que este adiós a las armas "sea realmente definitivo" y que a ello le preceda la disolución efectiva de la organización terrorista. "Eso sí­ que será una gran satisfacción, el ver que efectivamente no va a haber más viudas, ni más huérfanos ni más dolor", recalca.

Vidal ha señalado que este anuncio de ETA es "una gran derrota" para la banda, fruto "de tanto trabajo bien hecho por parte del Estado de Derecho, de los jueces, de las fuerzas y cuerpos de seguridad, del Parlamento y de la labor también de los presidentes del Gobierno". "Ha sido un acorralamiento total a estos asesinos y creo que no han tenido más remedio que entregar la cuchara y asumir que están derrotados, que no tienen ninguna otra salida y que se metieron en ese callejón del que no han podido salir", valora.

Sin duda, tras el anuncio de ETA, en los que más se han pensado han sido en las ví­ctimas. La banda terrorista dejó su huella terrible en nuestra provincia, donde siete almerienses sufrieron sus sanguinarias consecuencias.

Según aparece en La Voz de Almerí­a, El 5 de octubre de 1975, Esteban Maldonado, un joven almeriense de 20 años que se estrenaba en la Guardia Civil, en el cuartel de Mondragón, fue la primera ví­ctima. Un año después, ETA fijó sus objetivos en José Luis Martí­nez, el subinspector del antiguo Cuerpo General de la Policí­a, tras un largo secuestro y torturas en Hendaya. Tení­a 30 años.

En 1977, el agente almeriense de la Guardia Civil José Marí­a Lozano fue asesinado con sólo 22 años. Francisco Gómez-Gómez, de 28 años, fue la cuarta ví­ctima.

En 1980, los nombres de almerienses que entraron a formar de esta horrenda lista fueron los de José Martí­nez, ametrallado el 1 de febrero de 1980, José Artero Quiles, de 42 años, asesinado en marzo de 1980 y José Manuel Rodrí­guez, la última ví­ctima almeriense, en mayo de 1980, que murió a balazos junto a un compañero de la Policí­a en las calles de San Sebastián.

ETA los asesinó, pero no los borró de la memoria.

Suscribirse

Sin imágenes

Traductor