Existen muchos comercios, sobre todo los de los barrios que han sobrevivido a la llegada de las grandes superficies que pueden ofrecer grandes descuentos y libres servicios. Ahora, ellos se enfrentan a una competencia que se ha convertido en un auténtico enemigo, puesto se están estableciendo en los barrios de toda la vida.
Estos son los comercios chinos. Venden de todo, desde utensilios de cocina, ferretería, droguería, papelería, juguetes, cubren casi todos los sectores. Se le añade un horario más amplio y están amparados en el nuevo formato de tienda de conveniencia. Este tipo de negocio regentados por ciudadanos chinos, está provocando el cierre de pequeños comercios cercanos y establecidos en los barrios de mucho tiempo que no pueden competir con los precios y horarios y los gastos que les supone su mantenimiento añadiendo los gastos de impuestos.
La crisis ha forzado bastante en el gasto de los consumidores que buscan el establecimiento que le oferte más barato y en un horario flexible, aunque existen los que se resisten a cambiar calidad por más barato y dejar de comprar en los comercios de toda la vida.