La niña del Zapillo se prostituía por comida

Agentes de la Policía Nacional han rescatado a una menor de 13 años que en las últimas semanas era ofrecida por su madre para servicios sexuales en el Paseo Marítimo de Almería capital. La pequeña vivía en condiciones precarias junto a su progenitora y su hermano de 9 años y se prostituía para lograr comprar comida, tabaco y alcohol. Señalar que la operación de la UCRIF, la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales comenzó la investigación a finales del pasado mes gracias a la colaboración de un confidente, operación que se ha saldado con la detención de tres personas.

La madre de 32 años está acusada de delitos de abandono de familia y prostitución. La Policía Nacional ha descrito un panorama de enorme dureza y marginalidad, donde la mujer habría ofrecido presuntamente los servicios sexuales de su hija.  El magistrado Rafael Soriano, titular del Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería, tomó declaración a la mujer y ordenó libertad con cargos. Cabe destacar que ha previsto el traslado a sus dos hijos a un centro de acogida de la Junta de Andalucía y ha dictado una orden de alejamiento sobre ellos.

El segundo detenido es un varón de 59 años, con antecedentes por delitos sexuales. La Policía Nacional le acusa de un presunto delito de abusos sexuales por tocamientos realizados a la niña. Actualmente permanece en prisión provisional, comunicada y sin fianza tras comparecer en el juzgado.

En el registro de su viviendo los agentes de la UCRIF hallaron algunas imágenes tomadas a la menor durante sus encuentros. Según la investigación, este hombre se encontró a la menor en el Paseo Marítimo  en situación de aparente abandono y, en lugar de denunciar el caso a las autoridades, trató de tener relaciones sexuales.

El último detenido es el encargado de un establecimiento hostelero. Según la Policía Nacional, la víctima trabajó durante dos semanas con un sueldo de cinco euros diarios. Está en libertad porque se le considera totalmente ajeno a la investigación sobre prostitución, aunque se le acusa de un delito contra los trabajadores.

Por último, la UCRIF ha explicado que la madre obligaba a la menor a responsabilizarse por completo de su hermano y a proveerla todos los días de alcohol y tabaco. Así la pequeña ofrecía relaciones sexuales a cambio de 15 o 20 euros, aunque a veces tan solo lo hacia para tener comida.

Los agentes de la UCRIF precipitaron el arresto para evitar que se produjeran nuevos abusos. “Tras recibir el aviso, la chica fue sometida a un seguimiento constante y en la primera ocasión, dadas las circunstancias, procedimos al arresto del sospechoso en el domicilio”, señala Pérez.