Los informes forenses descartan tóxicos en el cuerpo de Gabriel y ratifican la asfixia mecánica

El informe final del Instituto de Medicina Legal de Almería sobre la autopsia del pequeño Gabriel Cruz Ramírez confirma la muerte por asfixia entre las 15.30 y las 16.30 horas del 27 de febrero. Apuntar que el documento aporta importantes novedades para entender la agresión de Ana Julia Quezada en la finca de Rodalquilar y cuestionan su versión de los hechos. Los forenses detectaron “varios traumatismos sobre la zona craneal. Los golpes en la cabeza no aparecían en el texto preliminar entregado por los médicos a mediados del mes de marzo tras el hallazgo del cuerpo en el maletero del vehículo de la detenida.
Las contusiones corresponden presuntamente con la violenta agresión para asfixiar al pequeño de ocho años. “Indican golpes repetidos sobre una superficie como la pared o el suelo, pudiendo vincularse al propio mecanismo de la sofocación en el cual se aplica una fuerza importante sobre la zona buco nasal”, precisa el Instituto de Medicina Legal en su informe definitivo.
Durante la maniobra, la cabeza estaría “apoyada contra dicha superficie plana” y habría producido las lesiones en la cabeza. No es la causa de la muerte, pero califica una escena de violencia. El informe señala cuatro conclusiones que suponen pruebas de cargo contra la autora confesa del crimen y cuestionan la versión accidental ofrecida en sus declaraciones.
Los forenses consideran que “se trata de una muerte violenta” por “asfixia mecánica por sofocación, por oclusión de orificios respiratorios”. La autopsia habla también de una “desproporción de fuerzas”.
La acusación particular, ejercida por el letrado Francisco Torres, desecha la versión de una discusión accidental entre la víctima y la autora confesa de la agresión y encuentran, como ya reflejó el juez instructor Rafael Soriano en su auto, indicios de un plan criminal para acabar con la vida del niño. 
Mientras, la defensa, ejercida por el abogado Esteban Hernández Thiel, considera que los hechos recogidos en el sumario describen esencialmente el relato ofrecido por Ana Julia Quezada en sus declaraciones.
El informe forense también describe otras lesiones postmortem que, en cualquier caso, no tienen influencia en la determinación de la etiología del fallecimiento. El estudio, unido a las pruebas de los Institutos de Toxicología de Sevilla y Madrid, rechaza la existencia de drogas en el cuerpo de Gabriel Cruz el día de su muerte.