La Guardia Civil cree que Ana Julia Quezada también mató a su hija de cuatro años

Ana Julia Quezada, autora confesa en el crimen del pequeño Gabriel Cruz, pudo haber matado a Ridelca, la hija que trajo consigo a España en 1995 después de llevar tres años residiendo en Burgos. El caso se archivó sin más consecuencias. Ana Julia no declaró al encontrarse en estado de shock. 
El acontecimiento cayó en el olvido hasta que el pasado mes de marzo, la Guardia Civil detenía a Ana Julia Quezada como presunta autora de la muerte de Gabriel Cruz, hijo de Ángel, su compañero sentimental, y Patricia Ramírez, quienes llevaban buscando al pequeño casi dos semanas después de su desaparición, en el núcleo de Las Hortichuelas.
Ahora, informe de la Guardia Civil incluido en el sumario del asesinato de Gabriel Cruz, apunta a que Ana Julia Quezada podría haber acabado con la vida de su propia hija, según una información de elperiodico.com. Aun así, al haber prescrito los hechos, Ana Julia no podría ser juzgada por ello.
El informe apunta en esa dirección y permite "ahondar en la hipótesis de que fuera la propia Ana Julia la que segara la vida de aquella menor".
La niña, de cuatro años, llegó a España en 1995, ya que nada más nacer, su madre la dejó al cuidado de su abuela en la República Dominicana. Ana Julia llegó a Burgos a ganarse la vida en 1992 y donde conoció a Miguel Ángel, un camionero con el que se casó y tuvo a otro niña, Judit.
El hombre aceptó traer a la otra cría a vivir con ellos en su piso de la calle Casa la Vega de Burgos. Pero, unos meses después de llegar, la niña cayó desde la habitación del séptimo piso donde dormía con su hermana pequeña. El caso se archivó como un accidente después de que la madre advirtiera de episodios de sonambulismo en su hija.
La investigación apunta a la "dificultad de que una niña de solo cuatro años en estado de sonambulismo, que nunca había padecido, se precipitara desde un edificio", según el informe de la Guardia Civil, que apunta a lo "extraño" del supuesto accidente ya que la menor tendría que haberse subido a una mesa y abrir una ventana.
La pareja de Ana Julia durante este tiempo lo explicaba así según el informe: "Mientras convivió conmigo, Ridelca no sufrió ningún episodio de sonambulismo ni estaba medicada por ello. Días después de que muriera, Ana Julia me comentó que la había sorprendido entre una de las ventanas. Yo le reproché que no me lo hubiera dicho porque podríamos haber puesto medios para evitar lo que pasó, pero ella me contestó que la había regañado y pensó que no lo volvería a hacer".