La Guardia Civil detiene a 16 personas en una macrooperación contra el cultivo de marihuana en El Ejido

Un fuerte dispositivo de la Guardia Civil, con más de 150 agentes,  se desplegó ayer a primera hora de la mañana en la barriada ejidense del Pozo de la Tía Manolica. Señalar que la mitad de los efectivos procedían de dos Grupos de Reserva de Seguridad de Sevilla  recién llegados de las carreras de caballos de Sanlúcar, para realizar una macrooperación con la que mermar el cultivo de marihuana y los enganches ilegales a la luz de un núcleo en el que residen más de 350 personas y Endesa sólo tiene un contrato en vigor.
En el marco de la Operación Pozo Green, los agentes de Policía Judicial que se habían desplazado desde Almería y los equipos de investigación de Vícar y Roquetas desmantelaron los cultivos existentes en la decena de referencias catastrales para las que tenían mandamiento judicial de entrada y registro. Nada menos que veinte detenidos y más de 15.800 plantas de marihuana y 60 kilos de cogollos secos listos para su distribución han sido intervenidas después de doce horas de trabajo que comenzaron al amanecer.
Es el fruto de un trabajo previo de tres meses después de poner al descubierto las plantaciones en una veintena de dúplex, cortijos e invernaderos de una zona con un dilatado historial delictivo en la producción de estupefacientes. En enero del pasado año se llevó a cabo la Operación Manolica con la que se incautaron 1.274 plantas en cinco propiedades, además de proceder a la interrupción de 65 enganches ilegales. Semanas más tarde y fruto del procesamiento de los datos, se produjeron nuevas detenciones y se desmantelaron otras dos plantaciones.
Y en abril del ejercicio en curso cayó uno de los invernaderos más sofisticados detectados hasta el momento con riego por goteo de 3.973 plantas y una línea eléctrica soterrada.
El operativo de ayer ha sido el más importante, así como la cifra de aprehensiones, además de que se han intervenido 65.000 euros en metálico, tres vehículos y seis armas de fuego -tres escopetas y tres pistolas- en un despliegue en el que una quincena de técnicos de Endesa procedieron al corte de 120 enganches ilegales a través de 160 metros de cable desmontados entre los inmuebles. 
En medio del mar de plástico, en dirección a la Rambla del Loco, los agentes de la Guardia Civil irrumpieron por la fuerza y extremando medidas de seguridad en las infraviviendas de forma simultánea después de una poderosa puesta en escena en las arterias principales del núcleo. Eso sí, falló el helicóptero que iba a movilizarse desde la base de Granada al sufrir una avería eléctrica. En la mayoría residían familias al completo que eran arrinconadas en habitaciones de las casas tipo dúplex durante el registro.
En la segunda planta o azotea estaban los cultivos expuestos al sol y bajo el viento para darle una humedad perfecta que recorte los plazos de maduración. Cada cuatro meses sacan mercancía al mercado que suele estar en el centro y norte de Europa. Y las viviendas, en zonas en las que familias o clanes están detrás de la producción, alternan las fases de plantación para que un golpe policial como el de ayer no acabe con todo el negocio. En la primera vivienda del registro se acababan de poner las semillas y en las siguientes estaban a pleno rendimiento o para la recolección.
En un invernadero en el tramo final del Pozo de la Tía Manolica dieron con 2.120 plantas al fondo y en la terraza de difícil acceso por escalera de una de las viviendas que fueron intervenidas hallaron otras 1.100 al aire libre. A media mañana ya se habían producido todos los registros, si bien este tipo de operaciones se prolongan todo el día e incluso al siguiente porque es preciso que levanten acta los cuatro secretarios judiciales y se tomen también muestras para el Laboratorio de Sanidad Vegetal. 
A partir de ahí dejan vía libre a un grupo de operarios de empresas contratadas para recoger la droga y proceder a su traslado. Mientras tanto, los técnicos de Endesa siguen cortando cables ante la mirada e incluso reproches de los vecinos que no pierden detalle de las maniobras que los dejarán a oscuras nuevamente.