El Gobierno Central amenaza con intervenir Cataluña tras los disturbios de ayer

El Gobierno se ha visto obligado  a pronunciar un comunicado de urgencia ante la violencia desatada por grupos independentistas en las principales ciudades catalanas. Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida han sido las protagonistas de una de las jornadas más violentas del independentismo catalán. Una acción que se saldó con más de 25 detenidos y que propició que el Ejecutivo socialista elevara el tono ante lo sucedido. Desde Moncloa se precisaron varias cuestiones, chocando la primera con  el relato de movimiento pacifista que abanderan Puigdemont o Torra.
«Es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña», expresó. A lo que el Gobierno sumó su agradecimiento a los  Mossos  por colaborar con la  Policía Nacional y Guardia Civil. 
Así, Mossos y policías nacionales cargaron en varias ocasiones de forma conjunta ante los graves incidentes que se produjeron en las distintas provincias catalanas. 
Disturbios los sucedidos anoche por los que  el Gobierno amenazó con intervenir Cataluña para «garantizar la seguridad y la convivencia, y se hará si es preciso siguiendo el compromiso de firmeza, proporcionalidad y unidad». La forma de hacerlo sería mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución o la Ley de Seguridad Nacional. Unas medidas que precisamente reclaman desde hace meses tanto PP como Ciudadanos.
Si el lunes se volcaron en el aeropuerto, ayer su objetivo fue asaltar la Delegación del Gobierno ubicada en la calle Mallorca. A las 18:30 horas, los CDR formaron dos columnas para acercarse al edificio. Se toparon con un muro de mossos. Y a partir de ahí se inició una batalla campal. Durante varias horas, se arrancaron vallas, hubo cargas y se demostró que el Tsunami Democràtic tiene una derivada muy violenta .
La tensión fue máxima. Los agentes cargaron en tres ocasiones, hasta que se decidieron a emprender la cuarta y definitiva, después de que los manifestantes montaran delante de ellos una fogata con cartón y un contenedor de basura volcado. Algunos les gritaron previamente «mossos d'esquadra, a la barbacoa».
Una actuación que pudo verse posteriormente en el Paseo de Gracia, donde la noche derivó en un aquelarre de fogatas a base de cartones, barricadas ardiendo, carreras y cargas policiales según se movían los manifestantes más radicales. Como era de esperar, decenas de personas resultaron heridas. Según el servicio catalán de emergencias médicas, hubo que atender a 37 personas en Barcelona. 
También en Tarragona, Girona y Lleida se han producido escenas de tensión en las movilizaciones ante las delegaciones del Gobierno, donde se han producido cargas de la policía contra los manifestantes, así como en Sabadell (Barcelona).