Policía libera a 15 mujeres obligadas a prostituirse por 10 euros en varios pueblos de Almería

La Policía Nacional en Almería ha detenido a 14 personas acusadas de delitos relativos a la prostitución y la trata de seres humanos tras desarticular una organización criminal y liberar a 15 mujeres. Además, el juzgado encargado de la causa ha decretado el precinto de un prostíbulo en Roquetas de Mar.
La Comisaría Provincial ha explicado en un comunicado que la operación, denominada 'Ginebra', se fue fraguando desde el mes de junio del año pasado, cuando los investigadores centraron sus pesquisas sobre varios prostíbulos de un mismo titular, asentados en San Isidro (Níjar), Roquetas de Mar y Cuevas del Almanzora.
Sobre los mismos, la Policía Nacional tenía sospechas fundadas acerca de las precarias condiciones a las que las mujeres se veían sometidas a diario mientras ejercían la prostitución.
Allí, expuestas a un trato vejatorio con amenazas, e incluso sufriendo agresiones, alternaban con clientes en jornadas maratonianas de hasta 14 horas diarias bajo la premisa de 10 euros por cada 10 minutos de relaciones íntimas mantenidas con clientes de nacionalidad africana o marroquí, y de 20 euros por 10 minutos con cada cliente rumano, español o latino.
Este importe era íntegro para las chicas, excepto cuando el servicio duraba 30 minutos ya que la tarifa se elevaba hasta los 50 euros, de los cuales 10 eran para el proxeneta.
El beneficio de los explotadores radicaba además en el alquiler semanal de la cama por la cantidad de 110 euros y en las multas que imponían a las chicas por retrasarse durante las compras diarias, o los servicios externos que exigía algún cliente, lo que suponían 30 euros a mayores.
Las averiguaciones policiales concretaron que en el prostíbulo ubicado en el camino de las Salinas a Vícar estarían alternando un número indeterminado de mujeres por día, que oscilaba entre 12 y 20. La jornada de trabajo se iniciaba a las 09.00 horas y se podía alargar hasta las 02.00 de la mañana del día siguiente, de lunes a domingo.
Al fin de su jornada, el dueño del local cerraba con llave y candado la puerta de la vivienda para que no saliera nadie de la misma.
Los investigadores de la Comisaría de Policía de Almería pusieron fin a este régimen de explotación el pasado 11 de marzo, día en el que se produjo la entrada y registro en el referido club de alterne y su posterior clausura por mandato del Juzgado de Instrucción número cinco de Almería.
A lo largo de los nueve meses que duró la investigación, la Policía Nacional fue desgranando un entramado perfectamente organizado y con claro reparto de funciones, en donde el jefe, de nacionalidad camerunesa, se apoyaba en dos lugartenientes --su mujer y otro compatriota-- que recogían el dinero de las consumiciones y de los servicios extraordinarios de mayor tiempo, 30 o 60 minutos.
No faltaban las humillaciones y vejaciones por el bajo rendimiento laboral de las chicas, ejecutadas por estas dos personas en mayor medida y con mayor intensidad.
Para el control de los otros dos prostíbulos, la organización se valía de un hombre y una mujer, también detenidos en esta operación. El último de los miembros visibles del entramado tenía encomendada la rotación de las chicas por los tres clubs regentados, vigilando que en cada uno de ellos siempre hubiese un número de mujeres acorde con la demanda de los clientes.
La operación Ginebra se ha saldado con la detención de 14 personas por los delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos, delitos relativos a la prostitución, detención ilegal, e infracción a la Ley de Extranjería. Dos de los arrestados han ingresado en prisión por orden judicial.
Esta operación se enmarca dentro del plan de la Policía Nacional contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900105090 y un correo electrónico ( Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. ) para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.