Hoy comienza el juicio contra el clan que asesinó y quemó a un hombre en 2008

La Audiencia Provincial de Almería acoge este martes el inicio de la vista oral por el asesinato del hombre de 33 años cuyo cadáver apareció en julio de 2008 en el interior de su vehículo, calcinado y con un disparo mortal en el pecho, después de que fuese secuestrado presuntamente por integrantes de 'Los Culebros' y dos de sus colaboradores ante la sospecha de que podría ser el autor del robo de un alijo de hachís propiedad del clan. 
El tribunal de la Sección Segunda será el encargado de enjuiciar, procesados como autores materiales del crimen, a tres hermanos, a su tío, así como al colaborador, por el delito de detención ilegal. 
A los padres, el Ministerio Público les imputa, al igual que a uno de sus hijos, delitos contra la salud pública y de tenencia de explosivos ya que, en el registro por orden judicial del domicilio familiar, los agentes de la Guardia Civil encontraron casi 2,5 kilos de hachís, y siete detonadores pirotécnicos.
En el escrito de calificación provisional, la fiscal, que califica los hechos como "viles", recoge que tío y sobrinos, miembros de la familia conocida por el apodo de 'Los Culebros', habrían pactado con ciudadanos marroquíes no identificados el alijo de una importante cantidad de hachís y que, para ello, contaron con el acusado y otro que no ha podido ser notificado al encontrarse en paradero desconocido, en calidad de intermediarios.
La droga fue sustraída una vez que estaba en la península y, según remarca el Ministerio Público, sospecharon que el hachís sustraído "podría encontrarse en manos" de la víctima, quien era socio de un concesionario de coches de ocasión y segunda mano domiciliado en el municipio de Huércal de Almería. Fue entonces cuando, supuestamente, tío, sobrinos y colaboradores "acordaron privarle de libertad, llevarle a alguno de los inmuebles de la familia y presionarle para que les dijera donde estaba el cargamento de droga y, así, poder recuperarlo".   
En ejecución del plan "trazado y pactado por todos", los cuatro miembros del clan se apostaron el 17 de julio de 2008 en las inmediaciones de domicilio de la víctima, en el paraje de La Juaida de Viator, y esperaron a que llegase. Presuntamente, una vez se aproximó a bordo de su todoterreno de alta gama a primera hora de la tarde, le dieron el alto y lo trasladaron junto a su vehículo a un cortijo propiedad de la familia, en el paraje nijareño de La Fuensanta.
El Ministerio Público remarca que el fallecido, estuvo privado de libertad y en contra de su voluntad hasta "altas horas de la madrugada del día siguiente" pero subraya que, pese a que los cuatro procesados "emplearon la violencia", no "consiguieron que les dijera dónde se encontraba la droga sustraída, por lo que los que estaban con él decidieron acabar con su vida".