Tristeza en los rostros de los almerienses que desde ayer por la tarde han querido rendir un cálido y emotivo homenaje a Santiago Martínez Cabrejas. Muchos han sido los que se han acercado a la capilla ardiente instalada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Almería, para dar el último adiós a un hombre al que todos han calificado de bueno, honesto y gran amigo.Los restos mortales de Santiago llegaban a la Plaza Vieja sobre las 18:30 horas donde le esperaba su familia, su mujer Antonia y sus hijos Nuria y Santi, acompañados por los otros tres alcaldes que ha tenido la ciudad durante la democracia, Fernando Martínez, Juan Megino y Luis Rogelio Rodríguez Comendador.
Los presentes en el Salón de Plenos rompieron en un emocionado aplauso cuando el féretro de Santiago entró a hombros de miembros de la policía local. Posteriormente en un austero y escueto acto, sobre sus restos se depositó la bandera de Almería, la de la cruz de San Jorge sobre fondo de plata, la medalla de oro de la ciudad -de la que es el único poseedor junto a la imagen de Nuestra Señora la Virgen del Mar- y el bastón de mando que regentara durante 16 años y que cediera, con su retirada de la política activa en 2003, al propio Rodríguez-Comendador.
Un gran número de almerienses que esperaban con gesto consternado poder rendirle cada uno a su manera un homenaje en el que todos coincidieron en darle las gracias por todo lo que hizo en la ciudad, una labor a veces poco reconocida, como apuntaba esta almeriense, ya que los logros que puso en marcha, para muchos no lucían. Cabrejas hizo el trabajo duro iniciando los cimientos de lo que hoy es nuestra ciudad.
Muchos fueron los que a lo lardo de la tarde y de la noche de ayer han querido acompañar a Santi, como todos le decían, Tomás Azorín, expresidente de la Diputación de Almería, Diego López o Josefa Navarro, compañeros de corporación de Martínez Cabrejas.
El socialista Carmelo López lo recordaba con gran cariño, apuntando que ha sido el padre político de todas las generaciones que le han sucedido.
“Tal y como vino se fue, con lo puesto y con su eterna sonrisa” así es como lo recordaba la concejala socialista del consistorio de la capital Déborah Serón.
La también edil del PSOE en el ayuntamiento de Almería, Clara Inés Rodríguez, mostraba su tristeza ante esta pérdida y se mostraba agradecida a Santi, por todo lo que les enseñó.
Fueron muchos los recuerdos emocionados hacia la persona de Martínez Cabrejas, muchos llenos de ternura y de una sonrisa, triste, pero una sonrisa al recordar los momentos vividos junto a él. Juan Carlos Pérez Navas, visiblemente emocionado y con los ojos enrojecidos lo definía como un hombre generoso, cuya sonrisa quedará ya para siempre en el corazón de sus amigos y compañeros.