Tomatito y Heredia ponen en pie a una entregada Plaza Vieja

La primera cita del Festival de Flamenco ‘Ciudad de Almería’ en su 47ª edición
ha hecho retumbar los cimientos del flamenco desde el corazón de la ciudad, con la Alcazaba como testigo y en uno de los espacios escénicos con más embrujo de Almería como es la Plaza Vieja.
Con la luna brillando en el cielo y pasadas las 22.30 horas, se subió al escenario el guitarrista flamenco más universal de todos los tiempos, José Fernández Torres ‘Tomatito’.
Una ocasión única para que los almerienses disfrutaran de su arte que ha paseado por el mundo entero, llevando el flamenco a cotas insuperables y acompañando a grandes figuras como Enrique Morente, Pansequito, José de la Mercé, Chano Lobato y por supuesto, al gran Camarón de la Isla.
En su actuación ‘Tomatito’ no estuvo sólo, le acompañaron Quiqui Cotiñas y Simón Román al cante; Cristóbal Santiago a la guitarra; Lucky Losada a la percusión; Antonio Ramos ‘El Maca’ al bajo y Jose Mª Cortina al piano.
Durante sus más de sesenta minutos de actuación, ‘Tomatito’ interpretó con gran maestría desde alegrías y tangos hasta soleás por bulerías. Y es que tocar flamenco, puede tocar muchos, pero el guitarrista almeriense, es de los pocos que en lugar de música, toca arte. Una actuación muy especial que con la que logró poner al público en pie, despidiéndolo emocionado.
Tras una brillante primera parte llegó una no menos espectacular segunda de la mano de una de las voces jóvenes con más carácter del panorama flamenco, la granadina Marina Heredia.
Para su actuación de anoche, la artista estuvo acompañada a la guitarra por José Quevedo ‘Bolita’; coros y palmas: Jara Heredia y Anabel Rivera y a la percusión, Paquito González. 
Heredia comenzó su actuación con ‘A mi tempo’, tema que da título a su último disco en el que se recogen nueve temas fundamentales del cante flamenco para la granadina. Un declarado homenaje a aquellos cantaores que han servido inspiración a Marina Heredia a lo largo de su carrera y que compartió con todos los almerienses a ritmo de milonga, bulería por soleá, fandangos, siguirilla, caña y polo, cuplé, rumba, tangos y bulería, con ecos de Camarón, Adela la Chaqueta, Enrique Morente (con aquello de “si yo encontrar la estrella que me guiara; yo la metería muy dentro de mi pecho y la venerara”), Chocolate, Corruco de Algeciras, Terremoto, Bambino ó Rocío Jurado, uno de los momentos más especiales de la noche que logró arrancar los aplausos de un entregado público.
Un repertorio muy variado en el que la artista tocó casi todos los palos del flamenco y algunas coplas adaptadas a su estilo. Además, durante la actuación, la artista estableció una conexión muy estrecha con el público al que le confesó ser “más fuerte que la Alhambra, pero mi corazón no”.
Una velada irrepetible que sólo podrá igualarse a la de esta noche, segunda y última cita de este Festival de Folclore, que por tercer año consecutivo recupera la Plaza Vieja como su espacio escénico.
Será una noche para disfrutar de las voces más jóvenes y brillantes del mundo del flamenco actual, entre las que, como no podía ser de otra manera, figura una almeriense, Rocío Segura; la versátil Mayte Martín ó la joven promesa del flamenco, Arcángel. Juventud y duende se darán la mano esta noche en la Plaza Vieja, a partir de las 22.30 horas, con una característica en común, el mejor y más profundo arte que se dará cita en una de las cunas del flamenco andaluz como es Almería. Con el listón tan alto que han dejado Tomatito y Marina Heredia, el concierto de esta noche,  será una actuación que nadie se debe perder.