El turismo, por su parte, ha seguido alimentando sus expectativas con una buena ocupación durante la Semana Santa y el deterioro de las reservas en los destinos de Oriente Próximo y Norte de África. Los datos de paro registrado han comenzado a mostrar mejores registros, a pesar del recorte de junio y a pesar de que los datos desestacionalizados aún muestran un perfil de crecimiento. De ahí que aún en el primer cuarto del ejercicio el indicador de actividad se siga mostrando en terreno negativo, aunque en clara tendencia de recuperación.
Por otro lado, la confianza medida a través del INCOEX presenta en junio un retroceso que añade incertidumbre al panorama. Bien es cierto que en los momentos en los que se realizó la encuesta, sobre la economía española pesaba el castigo de los mercados, y que la mal denominada "crisis de los pepinos" arrojaba aún su sombra sobre el final de la campaña agrícola, aunque la mayor incidencia en la confianza provincial que en la nacional no augura un buen comportamiento. De cara a los próximos meses, los indicadores muestran una contención del ritmo de la recuperación. Tendrán que ser la campaña turística y el arranque de la próxima campaña agraria los resortes sobre los que seguir apoyando la, de momento, lenta recuperación.