"La Diputación está casi en quiebra". Así de rotundo y contundente se ha mostrado hoy el vicepresidente primero de la Diputación y portavoz del equipo de Gobierno, Javier Aureliano García. La institución provincial de Almería debe 154 millones de euros y cuenta con un presupuesto de 165 millones. Hace apenas una semana, Manuel Chaves, vicepresidente primero del Gobierno de Zapatero, que había herencias que los nuevos equipos que dirigen ayuntamientos o comunidades tenían que asumir.
Unas declaraciones que cayeron muy bien por la Diputación de Almería, sobre todo cuando, tienen que afrontar una deuda que supera el 104 por ciento. Se debe 120 millones de euros a entidades financieras y 29 millones al Ministerio de Hacienda.
Las deudas por un lado y los problemas de potabilización de algunos municipios por otro. El actual equipo de Gobierno de la Diputación promete solucionar los problemas que acarrean los vecinos de Tahal, Benitagla, Alcudia o Benizalón, que cada día abren sus grifos para ver cómo sale agua sucia. Javier Aureliano García ha afirmado que el anterior equipo de gobierno estuvo más pendientes en publicidad y catering que en solucionar los problemas de abastecimiento de estos municipios.