Los roqueteros se volcaron un año más con la genuina fiesta de las Moragas

Las playas de Roquetas de Mar volvieron a llenarse de miles de personas para celebrar las tradicionales Moragas, cita que se festeja cada 29 de diciembre y que consiste en pasar un día con amigos y familiares en la playa, hacer una hoguera, y degustar carne y, sobre todo, pescado. Es una tradición que afianza el vínculo del municipio con el mar.
Se sabe poco sobre el origen de esta fiesta roquetera. Existen diferentes teorías y lo que queda claro es que su nacimiento tiene mucho que ver con la intensa relación de Roquetas con el mar y, concretamente, con los pescadores. Las Moragas se erigen en una singular costumbre que se mantiene viva al pasar de generación en generación y preservar su esencia.
Hay familias que llevan varios decenios celebrándola, sin faltar ningún año.
Esta vez, debido al viento de levante, las playas han estado ligeramente menos concurridas que en otras ediciones. Muchos grupos de amigos han decidido reunirse en viviendas particulares y hacer Las Moragas en casa. El ambiente que se ha respirado ha sido festivo y familiar, y los visitantes han podido comprobar la hospitalidad roquetera, ya que simplemente con pasear por la arena los diferentes grupos de amigos y peñas te ofrecían probar los productos que salían de su barbacoa.
Sardinas, jureles, salmonetes, brecas, atunes, gambas, chorizo, morcilla, lomo, migas, paella…, son algunos de los alimentos estrella de este día. Al caer la tarde y cuando las ascuas se calman, la tradición manda que entre los grupos de amigos y peñas se tiznen la cara unos a otros con cenizas. Es el síntoma inequívoco de que se ha disfrutado de un buen día de Moragas. También es habitual que se despida el día cantando villancicos.