Manantial de Sierra Alhamilla, salud y vida

En el término municipal de Pechina, en la ladera de Sierra Alhamilla, se encuentra el nacimiento de un manantial cuyas aguas se consideran medicinales.
Ubicado en un auténtico paraíso natural, donde convergen naturaleza, historia y cultura, y desde donde se ofrecen al visitante unas magníficas vistas al mar, emana desde el interior de la tierra un agua minero-medicinal que a lo largo de la historia ha sido objeto de numerosas visitas, peregrinaciones e incluso referencias y recomendaciones bibliográficas.
 
El manantial de Sierra Alhamilla se encuentra a 460 metros de altitud en un lugar privilegiado por situarse en el centro de la confluencia de los Parques Naturales de Sierra Nevada y Cabo de Gata, muy cerca del Desierto de Tabernas y con unas magníficas vistas de la Bahía de Almería.
 
La historia cuenta que fueron los fenicios los que descubrieron este manantial, al que reconocieron por sus propiedades medicinales, ya que sus aguas, sulfatadas, bicarbonatadas, cloruradas y sódico-magnésicas, que emanan a 58 grados, se utilizan en curas de bebida e hidrotermales.
 
Posteriormente, serían los romanos los que utilizaran este manantial creando sus salas de baños, utilizándolas no solo para su disfrute sino también como ayuda y remedio para sus males.
 
Las distintas culturas que han dejado su huella en Almería, también lo hicieron en este lugar, como fue el caso de los árabes. El geógrafo al-Himyarí, que escribe: “Al este de Pechina, a tres millas de distancia, se alza una elevada montaña que tiene importantes yacimientos minerales. En ella hay también una extraordinaria Fuente Termal que no tiene igual en Al Andalus por la bondad de sus aguas, su dulzura, su virtud diurética, su eficacia y todas sus virtudes curativas que posee”. En este mismo escrito, al-Himyarí también aludía al ingente número de personas con achaques y enfermedades crónicas que acudían a este manantial medicinal, seguras de obtener aquí una notable mejoría.