Lúcar, el balcón del Almanzora y destino de interior de excepción en ‘Costa de Almería’

Situado en la Sierra de Lúcar mirando hacia Almanzora y los Filabres, se encuentra el municipio que lleva el mismo nombre. Una tranquila villa cuyo origen radica en sus manantiales de agua, que aún hoy constituyen el atractivo más importante de este bonito y tranquilo pueblo, distinguible desde lejos por el antiguo reloj campanario que sobresale sobre el resto del pueblo.
Se han recogido testimonios de la existencia de esta villa en la época romana, e incluso en la época prehistórica.  A mediados del siglo XIX se hablaba de la existencia de fábricas de telas de lino y jaboncillo y de una importante actividad minera, hoy dí¬a abandonada, con la extracción de minerales de cobre, malaquita y azurita. 
Paseando por su casco urbano, el visitante podrá disfrutar de un relajante paseo por sus engalanadas y encaladas calles, donde la arquitectura tradicional recuerda a las construcciones rústicas prehistóricas. No obstante, Lúcar también ofrece al visitante monumentos de interés para visitar como la Iglesia de Santa María, de arte mudéjar; su ayuntamiento y los miradores de La Santa y de Lúcar desde los que se puede observar la naturaleza bella e impactante del Valle del Almanzora.
Y es que Lúcar cuenta en su Sierra con una de las montañas más altas de la Comarca, Piedra Lobera que con 1.722 metros recuerda por su nombre los habitantes que la poblaban en otra época. Además de su belleza paisajística, Piedra Lobera está declarado Monumento Natural por la especial flora y fauna que la habitan, como la exótica peonía, denominada rosa de monte, a la que se le atribuye propiedades medicinales.