Esta tranquilidad ha sido posible gracias a que este julio se ha convertido en uno de los más suaves de los últimos años. La activación de un determinado nivel de alerta sanitaria se produce cuando se superan las temperaturas umbrales máximas y mínimas establecidas para cada provincia durante varias jornadas. Así, el nivel verde o cero de alerta sanitaria permanece cuando no se prevé que se superen durante cinco días consecutivos estas temperaturas umbrales establecidas según la provincia, mientras que el nivel amarillo se activa cuando se superan esas temperaturas durante uno ó dos días seguidos. Del mismo modo, el nivel naranja se activa si la previsión es superar las temperaturas durante tres o cuatro días consecutivos, y el nivel rojo cuando se pronostica que esa superación se prolongue durante cinco o más días seguidos. En Almería, sólo hubo dos días de julio en los que se activó la alerta amarilla, las noches no han sido tan asfixiantes y la temperatura media ha sido de 25 grados. Ahora, sólo esperamos que agosto se comporte de la misma manera.