La trata de personas es un negocio ilí­cito que en algunos casos aprovecha las corrientes migratorias internaciones. El enfoque por tanto, pasa por prevenir, enjuiciar a los autores y proteger a las ví­ctimas. La trata de personas tiene cara de mujer: en el caso de trata con fines sexuales, el 98 por ciento son mujeres y niñas.

Desde la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida, desde APRAMP la trata con fines de explotación sexual es una de las manifestaciones más brutales de la violencia de género. Esta asociación, al igual que otras organizaciones de mujeres especializadas en esta temática, insisten en fijar la prioridad en la protección de las ví­ctimas.

"Así­, las ví­ctimas deben ser protegidas y reparadas ante tal violación de derechos humanos, por lo que es necesario que las ví­ctimas de trata sean identificadas de forma correcta y cuanto antes para aplicarle las medidas adecuadas, que no son las mismas que para las ví­ctimas de inmigración ilegal" argumenta la organización.

En este dí­a contra la explotación sexual, han llevado a cabo una jornada, cuya inauguración ha corrido a cargo de Micaela Navarro, consejera de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucí­a, quien también ha participado en la mesa redonda "La trata de personas con fines de explotación sexual", moderada por Mª del Pilar Ortega concejal de Polí­ticas de Igualdad del Ayuntamiento de Almerí­a. También han participado Patricia Fernández Olalla, Fiscal Adscrita al Fiscal de Sala Coordinador de Extranjerí­a-Fiscalí­a General del Estado, Ángeles Álvarez, de la Red Feminista contra la Violencia de Género y una Agente Social de APRAMP.

Almerí­a es un punto de paso para la trata de mujeres ví­ctimas de explotación sexual. Las redes mafiosas las captan en paí­ses como Rumania, Rusia, Nigeria, Guinea y Brasil, y las trasladan a otros puntos de España para obligarlas a prostituirse. En sólo un año, se ha atendido a 4.800 mujeres prostituidas en programas de reinserción, 610 de ellas en Almerí­a, aunque no se conocen los datos reales. Para la consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, la prostitución es una lacra que la sociedad debe considerar igual que la violencia de género.

La consejera también se ha referida a las ayudas aportadas por la Junta. Se han duplicado los diferentes proyectos que financia para atender a las mujeres prostituidas y ví­ctimas de la explotación sexual en Andalucí­a, ya que se ha pasado de 8 programas desarrollados en 2004 a los 19 que se llevaron a cabo en 2010.