El primero en hablar, el secretario general del PP en Almería, Javier Aureliano García. El ambiente en la sala no tenía nada que ver con el que se dio en las elecciones municipales, con numerosos representantes del partido animados y acompañados por sus familiares. Anoche, era bien distinto. Tardamos en ver a miembros del PP y el murmullo era el sonido relevante cuando el escrutinio alcanzó el 90 por ciento y Javier Arenas se quedaba a cinco escaños de alcanzar la mayoría absoluta en la Junta. Era una victoria, sí. Pero amarga.
Se quedaban con la lectura positiva. Era la primera vez que el PP ganaba unas elecciones en Andalucía, aunque sin esa mayoría absoluta necesaria para gobernar. Además, respecto a las generales, también perdieron votos.
A medida que avanzaba la noche se resignaban a posibles pactos entre los grupos de izquierdas y nadie quería hablar del futuro de Arenas, que hoy por hoy, y en estos momentos, cuenta con el apoyo de Rajoy, quien ha dicho que el líder del PP en Andalucía seguirá en el Parlamento.