El PP se queda con lo positivo, pero piensa ya en el futuro

Se preveí­a una noche de triunfos en la sede que ubicó el Partido Popular en un hotel de la capital. Las encuestas habí­an encumbrado al partido que lidera Javier Arenas a dar un giro a 30 años de gobierno socialista. Sin embargo, a medida que avanzaba el escrutinio las caras iban cambiando y el ambiente no era tan eufórico como se esperaba.

El primero en hablar, el secretario general del PP en Almerí­a, Javier Aureliano Garcí­a. El ambiente en la sala no tení­a nada que ver con el que se dio en las elecciones municipales, con numerosos representantes del partido animados y acompañados por sus familiares. Anoche, era bien distinto. Tardamos en ver a miembros del PP y el murmullo era el sonido relevante cuando el escrutinio alcanzó el 90 por ciento y Javier Arenas se quedaba a cinco escaños de alcanzar la mayorí­a absoluta en la Junta. Era una victoria, sí­. Pero amarga.

Se quedaban con la lectura positiva. Era la primera vez que el PP ganaba unas elecciones en Andalucí­a, aunque sin esa mayorí­a absoluta necesaria para gobernar. Además, respecto a las generales, también perdieron votos.

A medida que avanzaba la noche se resignaban a posibles pactos entre los grupos de izquierdas y nadie querí­a hablar del futuro de Arenas, que hoy por hoy, y en estos momentos, cuenta con el apoyo de Rajoy, quien ha dicho que el lí­der del PP en Andalucí­a seguirá en el Parlamento.