En una huelga siempre pasa lo mismo. Unos dicen que ha sido todo un éxito y otros que no tanto. Están los que se oponen, los que la secundan, los que la comparten, pero no acuden a la manifestación; los que ponen el cartel de 'Cerrado por huelga', aunque estén trabajando en el interior de su oficina... Pero de una manera u otra, hoy no se ha hablado de otra cosa.
Desde primera hora de la mañana, se palpaba en el ambiente que, aunque algunos quisieran seguir con su rutina diaria, era un día diferente. Dependiendo de los barrios, esta percepción iba a más o perdía fuerza. En los periféricos, casi que no se ha notado, en los céntricos sí. Quizás donde más interesaba. Antes de que comenzara la manifestación, programada para la una de la tarde, ya había protestas frente a las puertas de un hipermercado y reacciones de todo tipo.
Y, entre los comercios del centro nos hemos encontrado de todo. Los que han abierto, con el ojo puesto en la calle por si llegaban los piquetes, o los que han preferido no arriesgarse. Mientras buscábamos imágenes del día, el delegado de Obras Públicas, José Manuel Ortiz, al que nos hemos cruzado justo en el momento que grabábamos la otra cara de la manifestación, quizás la que menos gusta, las pintadas en la pared. Una forma de ensuciar una manifestación pacífica.