CCOO votó en contra, mientras que el resto de sindicatos a favor, en el Consejo de Administración de Renfe, al plan de segregación y privatización de las Mercancías, realizando, después, numerosas muestras de rechazo (concentraciones, protestas ante la empresa y el ministerio de Fomento, asambleas informativas, etc.), y ante la persistencia de la empresa en aplicar dicho plan (única medida aplicada de las 119 que en su momento propuso el Ministerio en el Plan Estratégico para el Fomento del Transporte de Mercancías por Ferrocarril), CCOO se ha visto obligado a convocar huelga en defensa del futuro del empleo.
CCOO ha querido dar la cara por los 83 trabajadores que quedan en una situación que este sindicato considera sin garantías frente al proceso de privatización que sin duda la empresa emprende decididamente. Este sindicato cree que este plan privatizador es un espejo en el que se pueden mirar otras actividades como la de Viajeros o la de Fabricación y Mantenimiento de trenes en el futuro. Por ello, y siendo el país de Europa donde los ferroviarios aportan mayor
productividad y donde la plantilla es la más reducida de Europa respecto al volumen de actividad, el sindicato no puede permitir que el transporte de mercancías por ferrocarril esté a la cola de toda Europa (4 % de cuota) con gran diferencia sobre la media europea.
Por ello, CCOO presentó, en su momento, un documento de Propuestas y Alternativas para la recuperación del negocio de Trasporte de Mercancías por Ferrocarril Público, propuestas que Renfe y el Ministerio de Fomento no han tenido en cuenta, optando por dar a la empresa privada una parte importante de dicho negocio, con consecuencias sobre los/las trabajadores/as que han de pasar, contra su voluntad, a empresas diferentes a Renfe.