"El único síntoma que define esta enfermedad son las crisis epilépticas, que ocurren de forma aislada y esporádica. Sin embargo, el diagnóstico de epilepsia en una persona conlleva de inmediato un impacto psíquico y emocional importante, por la creencia extendida de ser una enfermedad especial", continúa el especialista.
Esta enfermedad, que afecta a entre 5 y 7 de cada mil andaluces, "constituye una de las patologías neurológicas crónicas más frecuentes. Sin embargo, todavía es una gran desconocida para la población general y, hoy por hoy, las personas con epilepsia han de hacer frente a un gran número de falsos mitos y a un alto grado de discriminación que limitan en la mayoría de los casos su integración total en la sociedad".
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Alrededor del 75% de las personas con epilepsia quedan totalmente controladas de las crisis con los tratamientos farmacológicos actuales. "Solo una moderada proporción sigue padeciendo crisis con mayor o menor frecuencia, siendo necesario en estas personas un estudio personalizado, de forma adecuada y detallada. Un estudio que se realiza en las Unidades de Epilepsia, para llegar a considerar la posibilidad de alternativas terapéuticas al tratamiento farmacológico", explica el doctor Sánchez.
"Una Unidad de Epilepsia con posibilidad de realizar los estudios capaces de llegar a un diagnóstico de precisión y ofertar otros posibles tratamientos, debería existir en cada una de las provincias andaluzas. Por todo ello, desde