A la amplia y variada oferta de playas del destino ‘Costa de Almería’ se une el creciente interés que en los últimos años se ha despertado entre los turistas por la interacción con la naturaleza y la práctica deportiva.

Un binomio exitoso que ha incrementado el número de visitantes que llegan a nuestra provincia para practicar su deporte favorito junto al mar. 

En este sentido, uno de los más demandados ha sido el kayak, debido a su sencillez y los múltiples beneficios saludables que aporta, es una de  las modalidades que encabeza la selección de deportes náuticos favoritos tanto por visitantes como por los propios almerienses. 

El escenario para practicarlo se extiende por los más doscientos kilómetros de costa de la provincia, aunque si bien por lo singular de su orografía, el Parque Natural Cabo de Gata – Níjar, se convierte en un entorno idóneo para surcarlo a bordo de un kayak. 

Además, esta embarcación no cuenta con tanto peso como el que tendría una piragua convencional lo que la convierte en un medio de transporte extremadamente ligero y fácil de transportar. No obstante, en Almería existen empresas especializadas en este tipo de deportes en la naturaleza que cuentan con packaging especializado y la ayuda de expertos que al mismo tiempo ejercen de guías. 

En el Parque Natural aparecen calas y playas de una belleza singular que deben de ser visitadas por los aficionados al deporte. El kayak, por la posición del tripulante (va mirando siempre al frente) y su sencilla maniobrabilidad reúne todos los requisitos que han hecho que se convierta en una de las prácticas estrella del verano. 

Remando en torno a las calas, el deportista encuentra un paisaje destacado, marcado por el recorte abrupto y a veces suave de la roca en el mar, rodeado por un entorno virgen que llama a la tranquilidad y por qué no, a la toma constante de fotografías. 

Además, aprovechando la cercanía de la línea de costa, esta actividad permite la combinación con otro tipo de actividades como el buceo libre o snorkel, una modalidad que tan sólo requiere de un tubo de respiración, unas gafas de buceo y, opcionalmente, unas aletas, nos permite observar la vida marina a poca profundidad. 

De esta manera podemos estar con la cabeza bajo el agua y respirar por el tubo durante largos periodos sin perder la pista a los peces que nos rodean. Sin duda esta modalidad no ofrece la experiencia completa del buceo con equipo autónomo, pues los grandes peces y en cantidades se encuentran a cierta profundidad, pero sí nos aporta la diversión de una actividad complementaria al remado del kayak.